martes, 22 de enero de 2013

El árbol de la vida.


<<Corremos delante del viento, y creemos que siempre nos empujará hacia delante; pero no es así. Nos desvanecemos como una nube; nos marchitamos como la hierba en otoño, y como un árbol nos arrancan de raíz. ¿Existe algún fraude en el esquema del Universo? ¿No existe nada que sea imperecedero?, ¿nada que no se destruya? No podemos permanecer donde estamos, debemos seguir hacia delante. Debemos encontrar algo que sea más grande que la fortuna o el destino. Nada puede traernos paz. ¿Por qué? ¿Está el cuerpo del hombre sabio, o el del justo, exento de cualquier dolor? ¿De cualquier desasosiego? ¿De la deformidad que podría destruir su belleza, o de la debilidad que podría acabar con su salud?
¿Confiáis en Dios? También Job estaba cerca del Señor. ¿Son vuestros amigos e hijos vuestra seguridad? No existe un lugar en todo el mundo donde el peligro no pueda alcanzarnos. Nadie sabe cuándo el dolor visitará vuestra casa, como tampoco Job lo sabía. En el momento en el que todo le fue arrebatado a Job, él supo que el inductor había sido Dios. Se apartó de las recompensas efímeras de la vida. Buscó aquello que es eterno. ¿Por qué hay quien ve la mano de Dios sólo cuando nos otorga algo, y no la ve cuando nos lo arrebata? ¿O sólo ve a Dios aquel que percibe la mirada del Altísimo sobre él? ¿No creéis que también ve a Dios aquel que nota que el Sumo Hacedor le da la espalda?>>

1 comentario:

  1. Que no tengas comentarios...es un crimen...que mata mi pasividad.
    Me encanta las vueltas de tuerca..fascinante la última pregunta..para no responderla enseguida...
    "¿de la deformidad que pudiera destruir su belleza"..sublime si exagero, si me dejo llevar jeje...Hoy pensé..somos jodidamente desagradecidos...como si alguien nos hubiera dado algo y transformados por la avaria queremos vivir "nuestra" vida para siempre. gracias jeje

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