lunes, 30 de enero de 2012

Los descendientes.

Al principio de esta recién estrenada película, Matt King (Clooney) tiene un diálogo que define a la perfección la frustración de su personaje:

'Mis amigos del continente creen que porque vivo en Hawái vivo en el Paraíso, que, como en unas vacaciones permanentes, aquí todos estamos nada más que bebiendo Mai Tais, meneando las caderas y jugando con las olas. ¿Es que están chiflados?, ¿acaso creen que somos inmunes a la vida?, ¿ Como pueden pensar que nuestras familias tienen menos defectos, nuestro cáncer es el menos mortal o que nuestros dolores de cabeza son menos dolorosos?''

El club de la lucha.

"Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas.La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados"

domingo, 15 de enero de 2012

La vida de David Gale.




Venga, pensad. Quiero que busquéis en vuestras mentes y que me digáis, que nos digáis a todos... ¿qué es con lo que fantaseáis?, ¿con la paz mundial? lo imaginaba...
Fantaseáis con la fama internacional,fantaseáis con poder ganar un premio Pulitzer o el premio Nobel de la Paz, ¿un premio musical de la MTV tal vez?. ¿Fantaseáis con poder conocer a algun genio cachas aparentemente malo aunque en el fondo apunto de estallar de noble pasión y dispuesto a dormir en el lado mojado de la cama?
Ya entendéis lo que plantea Lacan. Las fantasías tienen que ser poco realistas porque en el momento, en el instante en que consigues lo que buscabas... ya no lo quieres, no puedes quererlo. Para que el deseo pueda seguir existiendo, necesita que sus objetos estén permanentemente ausentes. No es eso lo que deseas sino la fantasía de eso. Dicho de otra manera, el deseo sustenta fantasías utópicas.
A eso se refiere Pascal cuando dice que "sólo somos verdaderamente felices cuando soñamos con la futura felicidad". Y también al decir "la cazería es más dulce que lo cazado" o "ten cuidado por lo que deseas, no por conseguirlo, sino porque estás condenado a no quererlo en cuanto lo consigas''.
Así que la lección de Lacan es, que vivir acorde con tus deseos no te hará feliz, ser enteramente humano significa esforzarte por vivir de acuerdo con ideas e ideales, y no evaluar tu vida por lo que hayas obtenido en cuanto a tus deseos, sino por aquellos breves momentos de integridad con pasión, racionalidad, incluso de abnegación porque a la larga, la única manera de evaluar la relevancia de nuestra vida es valorando la vida de otros.

Nunca juzgues un libro por su portada.